sábado, 15 de mayo de 2010

La posta




La gente tiene la firme convicción de que soy el protagonista de todos los cuentos. Por la calle, en el trabajo, en los bares. Surgen las preguntas. ¿Tenés una novia en Facebook? ¿Dejaste embarazada a tu chica? ¿Creés en las metáforas, en Dios, en el capitalismo o el socialismo?
Me repiten frases que escribí y olvidé. Me doy cuenta cuando el guiño cómplice no encuentra mi sonrisa y choca contra el desconcierto. Y digo, ahhh, sí, jaja.
En estas líneas dejo en claro que todo es ficción. Para bien o para mal, la imaginación llega a los dedos y a las teclas. Y por un minuto te hace olvidar del tic tac. Por un minuto. Tic. Tac.
Acá es cuando un amigo me dice que lo que vende es cuando hablás de vos mismo. Contá más de tu vida, quién sos, qué querés, por qué sos distinto, por qué tenemos que invertir nuestro tiempo en leer tus historias. Y ahí se me vino el mundo abajo.
Porque una cosa es escudarse en personajes. Pero cuando tenés que desnudarte ante el gran publico y los demás están vestidos, la situación cambia. ¿Querés vivir de esto o no? ¿Querés publicar un libro? Así que aquí estoy. Dando la cara. Contando la verdad.
Empecemos por hechos que me definen como persona, como hombre frente al mundo: soy alto. Siempre lo fui. Preferible cola de perro que cabeza de ratón, me consolaba mamá. Ahora estoy de moda. Y las mujeres usan sus mejores tacos conmigo.
Si seguimos en esa línea, mi romance más fuerte fue con una de las chicas de Bandana. Me cantaba guapo, guapo en la intimidad y me sentía en un videoclip. Terminamos poco después de la disolución del grupo. Desapareció de repente y no la vi nunca más. Ustedes tampoco. Pero You Tube me la trae en las noches de soledad.
La tristeza me duró un par de días. Antes, en el medio y después aprendí a tocar el piano, la guitarra, a bailar salsa, a hablar inglés y portugués, a escribir cuentos y a hacer reír a la gente. Y algunas cosas más que me guardo para el libro.
Viajé bastante. Conocí personas de todo el mundo. Y descubrí que en el fondo todos queremos lo mismo. Y que nadie tiene todos los casilleros completos.
Contá lo más loco que te haya pasado. Sé sincero. OK. Ubíquense en Roma. Museo del Vaticano. Capilla Sixtina. Un guardia me dice que no saque fotos. Asiento pero trato de sacar igual. Me invitan a retirarme. Camino por las calles, solo. Es de día, está nublado. Las murallas protegen a los enviados de Dios. Y los tanos y turistas salen de las alcantarillas.
Doblo por un callejón. Está oscuro, como mi cabeza y los 30 euros que se me fueron por vivo, criollo y sudaca. Creo que caminé unos 20 minutos en lo negro del pasaje. Me sentía en un laberinto de Borges. Pero vi una luz fuerte al final y volví a respirar. No estaba muerto, pero tampoco estaba en Roma. Salí a la plaza de Córdoba y Anchorena, en plena Buenos Aires, un sol de morirse.
Los chiquitos jugaban en la arena y gritaban en español, reafirmando mi locura. Asustado, corrí en dirección al callejón. Tropecé contra la gente, pero continué, obstinado. Recuerdo la desesperación y no mucho más, sé que corrí con todas mis fuerzas. Lo siguiente que veo es un guardia del museo diciéndome que no sacara fotos. Obedecí y callé hasta ahora. Salí confundido. Por la obra de Miguel Ángel. Por mi sueño real. Porque saqué mi Ipod y volví a hostel. Por las segundas oportunidades, divinas o papales. Oscurecía en Europa. Y sonaba “Maldita Noche”. Googleala si no te acordás.

Nadie te va a creer. Volviste a escribir ficción. Con la diferencia de que esto es rebuscado y confunde al lector.
Pero estoy contando la verdad. Sólo que de una manera más entretenida. No quiero aburrir a nadie.
OK, podemos decir que zafa. Pero no nos engañás, Varón. Cerrá con algo que deje al público pensando.
No sé si impacta, sigo la mía. Tengo más dudas que certezas. No sé si hay un hilo conductor o nos estamos yendo al carajo. Y eso me desespera. No conocí el amor, pero creo que podría reconocer su perfume. Busco compañía, depto, familia. Quiero dejar un mensaje. Abrir puertas. Expresarme y soñar. Y que me paren por la calle y me pregunten si es verdad que estuve en Roma. O en el banco de la plaza de Córdoba y Anchorena. Si tuve una novia por Facebook. O si pasé por las etapas.
Porque todos serían amigos. Como vos.


Imagen extraída de aquí

25 comentarios:

Unknown dijo...

la verdad este relato me mareo bastante, no es que no me haya gustado pero es que hasta ahora entendía el código, todo era ficción, ahora no se que creer sera ficción o no? Igual yo creo que hasta en la ficción más grande ponemos algo de nosotros y si buscamos bien nos encontramos, estamos ahí solo que ocultos.
Con respecto a tu pregunta no te conozco como para asesorarte 100% bien, o sea no conozco tu estilo, que cosas te gustan, que cosas no, cuantos años tenes etc. Pero leí tu perfil y tu pregunta, si bien Ona Saez tiene ropa de hombre, y algunas cosas muy buenas, recomiendo los jeans, creo que por lo que leí irías perfecto para un estilo bensimon y si queremos algo casual pero un poco más clásico legacy, siempre tiene algo y para ponerle un toque más algo de legacy nunca queda mal pero como te decía debería conocerte un poco mas, saber a que lugares vas, a que le decís casual, que cosas te gustan, que cosas no para poderte asesorar al 100%, imaginaras que no es lo mismo pasar tus tardes jugando al golf, paseando por la ciudad o viendo un partido de futbol y las tres son casuales
Espero que igualmente te haya servido
besos

Laura dijo...

mmm lo de la bandana... mm no se es lo mas parecido a ficción que te he leido por lo que ... pienso que quizas es cierto..

Siempre te escribo la frase que me impacta y hoy es esta: "No conocí el amor, pero creo que podría reconocer su perfume"... Se me erizó la piel y me quedé con esa sensación... no se como explicarte... de que encontraste las palabras exactas para describir algo, algo que es tan humano.. esa incertidumbre agridulce..que sentimos los que alguna vez nos desenamoramos del amor. Es una frase que te voy a robar... para ponerla en algún lado.. quizas la veas por ahi..

Alelí dijo...

lindo, lindo, la pasé genial...y me hizo acordar a un cuento de Bioy...

el humor siempre funciona conmigo.

beso

El viento a contramano dijo...

genial, como siempre, genial... y pensalo ¿qué hay de distinto entre los personajes que narras y vos?, ¿hasta que punto no sos vos en esas situaciones?, ¿cuando comienza la ficción y desaparece la realidad? en fin, se que eras vos el que se sentó en la plaza de Anchorena y Córdoba, lo sé porque te vi, yo estaba sentado en la plaza de Jean Jaures y Paraguay (yo vivo casi en esa esquina).

Varon, da gusto siempre leerte, uno se siente cómodo, distendido, como en un bar, tomando cafe y mirando por la ventana mientras afuera llueve...

Te mando un abrazo grande, che... y que siga viniendo esa inspiración que hace olvidar al tic-tac del reloj.

Anónimo dijo...

Ficción o realidad?? Una vez mas los halagos estan de sobra. Besotes! Noe

Víctor Dupont dijo...

Y, ahora, el varón reformula el código, lo trastorna y nos deja en la noche de las dudas: ¿Quién es este personaje que nos conmovió, nos hizo reír, pensar, etc? ¿Un impostor? ¿Un titiritero de sí mismo?
¿Un artista?
Lo de Bandana no sólo es genial por el toque de humor, sino porque hace pasar la verdad como algo absurdo (amén).
La ficción de los textos anteriores queda realzada y, entonces, las orillas del río se confunden.
La mentira es más creíble que lo verdadero. En este mundo, nos dicen estos cuentos, la neblina borra los bordes.
El intertexto del varón crece, el juego de las palabras se refina.
El varón apuesta a nuestra lucidez. Y su narrativa nos interpela y nos conmina a repensar sus otros textos, a la luz del nuevo. ¿Cuál es la posta?
Excelente. La creatividad crece, amigo.

Nadie Nunca Nada.- dijo...

"En estas líneas dejo en claro que todo es ficción". Esa frase es una buena respuesta a eventuales planteos de tu novia. Me ha pasado. ¿O fue ficción?
Abrazo, varón barón!.-

Anónimo dijo...

Amigo,
Comencé a leer y dije " pero negro,rompés el encanto"...y al final la "dejaste picando"..nos pusiste nuevamente bajo tus códigos.
Muy bueno,como siempre....después quiero escuchar la historia de la "dance dance dance" que te dejó el recuerdo de un perfume. Beijao meu querido!!!,
Florzinha.

B dijo...

no no no: amigos no. En todo caso colegas .
reza el viejo dicho: "no hay amistad entre el hombre y la mujer". Y aunque yo lo niegue, abiertamente lo niego, secretamente lo creo.

bueno: giro de 180 grados, y resultado bueno.

pd: la anécdota del vaticano me hizo acordar a los "relatos de don juan" se acuerda? el giro y aparece en otro lado de golpe. A él le pasó en serio, lo creo, a ud, ud sólo sabe. Si me mirara de frente y me dijera q es cierto, le creo también.

eso no pasará pero por las dudas lo aclaro: no descreo q sea posible.
saludos Sr

Maqui dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maqui dijo...

al que este relato lo mareo no leyó con detenimiento....yo creo que te encontrás ante una linda dicotomia que deberías disfrutar =)

si te sirve de ayuda...yo te vi entrar al trabajo el otro día y dije "ohh mira quien es" jaja

bsoo =)

Unknown dijo...

ja, que lindo....sos un dulce.

Lorena dijo...

No importa si es "verdad" o ficciòn, lo que escribas siempre será tu verdad y lo que los lectores hagamos con ella, la nuestra. Aprovechá este espacio para que salga de vos lo que necesites, sin ningún tipo de condicionamiento!

lachispademimente dijo...

Un 10- Qué más puedo decir?

Antú dijo...

Precioso Varón!!! Ahhhhh te ví en la plaza de Córdoba y Anchorena, parecías asustado! Mi hijo y yo estábamos en la hamaca, pero te ignoramos porque tu cara nos dió miedito!

Besos y Sentires!

B dijo...

yo no te vi nunca en ningun lado y toda la gente te ve! para mí q es cierto eso de la teletrasportación...

a mi no me podés ver porque soy agente encubierto, lo lamento.

S*OL dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Paisajes de viajes dijo...

Hola, excelente blog.

Te dejo un saludo.

Marina Agra dijo...

Yo creo que la pregunta sobre si es verdad o no lo que se ecribe, es bastante poco importane, y sobre todo ridìculo. Una vez que està escrito, que el que lee haga lo que pueda con eso!

Creo que escribìs muy lindo!

Un beso!

Maximiliano Galin dijo...

Impecable, la posta dicha y subdicha.
Lo importante es lo que se contagia, lo que se trascribe del juego de palabras.
Un placer pasar por aquí, posta, posta.
ABrazo, Varón

azul dijo...

Me parece un juego, intento separar ficción de la realidad...consiguiste que me interesara jaja

Un saludo

Pescadora de Perlas dijo...

Interesante ensayo de este mundo virtual.
Esto de leer y que no lean es un arte y hasta puede ser un juego divertido, o no tanto.

Un saludo, muy bueno tu espacio, muy interesantes tus letras. De seguro me tendrás por aquí seguido.

Orla Publicidad dijo...

me encantó fue como leer a un Bocaccio Argento y Sudaca jajajajajaja. Sos muy bueno!!! de verdad debo reconocerlo con un poco de repulsión, ya que soy muy crítica y no me gusta que algo me guste tanto... y no lo digo porque me interese invitarte a salir jajajajajajaja (chiste)

Orla Publicidad dijo...

Fe de (er)ratas que brutaaaaaaaaaaa!!!!jajajaj quise decir "Boccaccio"

Felipe dijo...

Me ubico en el tiempo, en la ficción, en la realidad, en la Plaza de los perros, en el Vaticano, en un show en vivo de Bandana, en las frases tan preciadas de mamá... Como recorro, viajo, revivo, RE siento a través de estas líneas. Muy bueno señor

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